Tecnología a pie de obra para reducir la siniestralidad laboral

13.06.2022

La siniestralidad laboral es un problema que afecta a todos los sectores, pero que golpea con especial virulencia a la construcción. Según los últimos datos disponibles del Ministerio de Empleo, el índice de incidencia en el año 2020, un ejercicio marcado por el impacto del Covid, fue de 2.455,1 accidentes de trabajo con baja en jornada de trabajo por cada 100.000 trabajadores. Y el sector de actividad con mayor índice de incidencia fue la construcción que, con 5.804,1, que superó en más del doble la media de los índices sectoriales. Como destacó Fernando Sanz, jefe del departamento de Seguridad Industrial del Centro Nacional de Nuevas Tecnologías en un reciente webinar, «hubo 118 accidentes mortales ocurridos en construcción durante 2021, y entre 2017 y 2019, el sector de la construcción registró 286 fallecimientos en obra, un 63% debidos a caídas en altura».

Disminuir este impacto es una prioridad en la que trabajan las empresas del sector. Y para cumplir ese complejo objetivo, la innovación y la tecnología se convierten en aliados naturales y decisivos. Como destacan desde la Fundación Laboral de la Construcción, «las características, naturaleza y condiciones particulares del sector lo hacen especialmente complejo para la consecución de todos los aspectos a tener en cuenta en materia de prevención de riesgos laborales (PRL)». Una complejidad que se acentúa, más allá del ámbito inmobiliario, en el ámbito de las grandes infraestructuras.

Desde el punto de vista de la prevención, Cristina Calderón, directora del departamento de Prevención, Calidad y Medio Ambiente de la constructora Arpada, destaca iniciativas recientes en su compañía como la sinergia entre el departamento BIM (Building Information Modeling) y el de Prevención: «Comenzamos a trabajar conjuntamente para analizar la viabilidad de utilizar un Entorno Común de Datos (ECD-CDE) y la utilidad del manejo de proyectos en 3D, para gestionar la prevención de riesgos laborales con diferentes herramientas digitales, mejorando así la comunicación, la trazabilidad de las incidencias y fomentando el trabajo colaborativo». Esta planificación permite estrechar el contacto entre arquitectos, directores de proyecto, coordinadores de Seguridad y Salud, fabricantes…

Desde 2016, la Cátedra Arpada imparte conocimientos en la Etsem (Escuela Técnica Superior de Edificación) de la Universidad Politécnica de Madrid. Antonio Ros, arquitecto técnico y doctor por la UPM, es profesor titular y coordinador de disciplina de Prevención y Seguridad II en el Grado y Doble Grado de Edificación y ADE, y empieza sus declaraciones destacando cómo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales recoge como uno de los principios de la acción preventiva «tener en cuenta la evolución de la técnica». Y señala que «la evolución de las nuevas tecnologías, el avance de las comunicaciones y los proyectos de innovación e investigación realizados desde el sector de la edificación, tanto empresas como entidades públicas y la propia universidad, consiguen una mejora en la seguridad y salud en este sector… que mantiene altos índices de siniestralidad».

La aparición de aplicaciones y plataformas relacionadas con la documentación y la gestión en obras de edificación (con casos como libros electrónicos, portales para documentación, etc.) han mejorado el nivel de la prevención, entorno en el que Ros destaca esperanzadoras aportaciones «como, por ejemplo, la de la tecnología de Internet de las Cosas que interconexiona dispositivos y objetos por una red para agilizar la transferencia de datos, apoyada en la comunicación NB (NarrowBand), más rápida y energéticamente más eficiente».

En el caso de Sacyr, cuentan con proyectos como SIMULADrón, un sistema formativo para pilotaje de drones en un entorno virtual y controlado. «Mediante este sistema de entrenamiento (destacan desde la compañía), logramos mejorar las habilidades en operaciones complejas como la revisión de neoprenos en las pilas de los puentes o revisión del estado de taludes que permiten la realización de estas tareas en un entorno real, prácticamente sin afección a la vía y sin poner en riesgo a los trabajadores».

En cuanto al Proyecto Soter, la utilización del IOT sirve para monitorizar a trabajadores: gracias a la geolocalización, se puede saber si, por ejemplo, se ha sufrido una caída o un golpe de calor. Y ya hay sensores que permiten analizar las ondas cerebrales en busca de señales de fatiga, potencial antesala de accidentes. A partir de ahí, los avances en ‘big data’ e inteligencia artificial permiten contar con un arsenal de información para ayudar decisivamente en la prevención, y que se integra en programas de la compañía como el propio de innovación abierta, Sacyr iChallenges.

Simular, prevenir

Realidad virtual y aumentada también se unen a esta batería de acciones, además de iniciativas como las que destacan desde la Fundación Laboral de la Construcción: «Herramientas dinamizadoras para la formación (‘gamificación’/‘serious games’), en un entorno de ‘Construcción 4.0’, introducen un decisivo avance. Y destacamos la metodología BIM, que permite la gestión integral de proyectos, por medio de modelos virtuales y trazabilidad ‘inteligente’ de los datos». La institución ha lanzado, en colaboración con Cype Ingenieros, la aplicación gratuita ‘PRL en BIM’.

Desde la fundación señalan también la importancia de su proyecto VRoad, del programa Erasmus+, que ha creado una aplicación de realidad virtual para el aprendizaje de trabajos de seguridad y salud en conservación y explotación de carreteras (reparación de guardarraíl, actuación por derrame en carretera, etc.). Y en este mismo marco, el proyecto SetAr busca reducir la tasa de accidentes durante los trabajos de excavación con una metodología de formación basada en el uso de la realidad aumentada.

Otra visión de la seguridad

Los proyectos europeos fomentan el uso de soluciones como la Realidad Aumentada para estrechar las posibilidades de riesgo: así sucede con casos en los que participa la Fundación Laboral de la Construcción, como ARCW (seguridad y salud para la construcción de muros de cortina) y Arfat (formación de montaje y desmontaje seguro de encofrados y andamios). En ambos proyectos, se diseñaron aplicaciones de RA que impulsaban la formación a través de métodos de aprendizaje innovadores y del uso de plataformas y aplicaciones para dispositivos móviles, al igual que se está haciendo en SetAr. Bionic (ropa ‘inteligente’) o Upp Games (para trabajos en altura del sector de la construcción).

Por ABC Diario.